
Imagina desconectar por completo. Imagina que la naturaleza engulle la cobertura y tu smartphone queda inservible. Imagina perderte en lugares increíbles dentro de nuestra geografía que ni siquiera sabías que existían. Y, ahora, deja de imaginar. Adéntrate en la selección de los 10 rincones naturales más impresionantes de España, por Niumba, de TripAdvisor. Todos ellos han sido escogidos en base a las excelentes puntuaciones que han obtenido en nuestro portal por parte de los usuarios.
Urdaibai, Bizkaia
Urdaibai es un impresionante humedal calificado como reserva de la biosfera por la Unesco. Las posibilidades de este entorno puro y verde son casi infinitas: desde sendereismo, surf o actividades acuáticas, hasta visitas a las bodegas y conserveras de la zona. Para conocer a fondo las 20 localidades que forman este espacio natural debes realizar la Ruta de la Reserva de la Biosfera, que te llevará por magníficos lugares cubiertos de enredaderas, playas, bosques, marismas y acantilados. Incluso puede que llegues a avistar delfines y ballenas.
Las Médulas, El Bierzo
Fíjate bien y parpadea un par de veces: las colinas rojizas que tienes ante ti se consideran la mayor mina de oro a cielo abierto del imperio romano. Y es que el aspecto de Las Médulas es, cuanto menos, surrealista. De una belleza cautivadora, este paraje salpicado de castaños y robles es Patromonio de la Humanidad. No es de extrañar, pues, que los viajeros lo hayan calificado en TripAdvisor con una media de excelente. Visita su aula arqueológica y no te pierdas el atardecer de esta joya desde el Mirador de la Orellán.
Desfiladero de los Gaitanes, Málaga
Prepárate para una de esas vistas que cortan la respiración. Entre Antequera, Ardales y Álora, El río Guadalhorce abrió una espectacular garganta entre las rocas, que en algunos casos alcanzan alturas de 300 metros. Y si mirar hacia abajo da vértigo, también debes saber que algunos tramos tienen tan sólo 10 metros de anchura. El entorno cuenta con unas 20 cuevas y cavidades con muestras de arte rupestre. Si eres amante de los animales, desde la pasarela Caminito del Rey puedes llegar a observar lirones, meloncillos e incluso gatos monteses.
Islas Cíes, Vigo
Su belleza no parece de este mundo. Quizá de ahí venga su nombre, “islas de los dioses”. Las tres islas que forman las Cíes están coronadas por una de las mejores playas del mundo, la Praia de Rodas. Pasea descalzo por sus finas arenas y, si el tiempo lo permite, date un chapuzón en sus aguas cristalinas. ¿Sabías que este parque nacional cuenta con más de 200 especies de algas? Eso sí, si quieres bucear debes tener en cuenta las condiciones debido a la particularidad del espacio. También puedes hacerlo en la ría de Vigo, en la que quizás te encuentres con algún delfín autóctono, los arroaces.
Parque Nacional Garajonay, La Gomera
Si alguna vez te has preguntado cómo es adentrarte en un bosque mágico, casi de cuento, con vegetación frondosa, bruma y árboles enrevesados, en el Parque Nacional de Garajonay encontrarás la respuesta. Es Patrimonio de la Humanidad, ocupa un 10% de la superficie de La Gomera y su gran valor es conservar el ecosistema canario de la Era Terceria, que desapareció tras los cambios climáticos posteriores. Visita las Mimbreras, la ermita de nuestra señora de Lourdes y no te pierdas las espectaculares vistas desde los miradores Roques de Agando y Ojila.
Monasterio de Piedra, Calatayud
Este monumento centenario es un remanso de paz bordeado por cascadas que acompañan a realizar una ruta guiándose simplemente por el sonido del agua. Visita el Lago del Espejo, cuya imagen sobrecogedora te hipnotizará un buen rato. En las inmediaciones también es posible contemplar espectáculos con aves. En el claustro del monasterio, característico del siglo XIII, podrás sentir y dejarte llevar por el paso del tiempo.
Calblanque, Cartagena
En este paraje natural y prácticamente salvaje no encontrarás ni chiringuitos, ni tumbonas, ni sombrillas. Calblanque cuenta con una magnífica playa rematada por el Monte de las Cenizas. Los días de viento puedes aprovechar para volar cometas, sin preocuparte por si molestas al resto de bañistas: la playa no está masificada y prima el respeto por el entorno.
Bardenas Reales, Navarra
Imagina un paisaje surrealista, casi extraterrestre, dominado por formas de areniscas, yesos y arcillas que se han ido moldeando tras la erosión del viento y el agua. Así son las Bardenas Reales, declaradas Reserva de la Biosfera, que pueden visitarse desde las ocho de la mañana hasta una hora antes del anochecer. Son muy recomendables los recorridos a pie por el Barranco de las Cortinas, el Cabezo de las Cortinillas y El Fraile.
Valle del Jerte, Cáceres
Si te apasiona la belleza de lo efímero debes visitar el Valle del Jerte al menos una vez en la vida. Sus cerezos florecen entre finales de marzo y principios de abril, durante unos quince días. Para conmemorar este evento, la comarca celebra la Fiesta del Cerezo en Flor con actividades que reflejan su cultura, tradiciones y gastronomía. Disfruta al completo de la experiencia con una ruta por los pueblos del valle para contemplar este increíble espectáculo de más de millón y medio de cerezos en flor.
Ruta del Cares, Asturias
A través de la garganta del río Cares, en los Picos de Europa, discurre esta conocida ruta por los pueblos de Caín y Poncebos. A lo largo de doce kilómetros y durante cuatro horas de recorrido por el desfiladero observarás la belleza paisajística de este entorno, salpicado de grutas, puentes y canales. Si te interesa realizarla con guía interpretativo y traslados, puedes reservar en La Ruta del Cares, que parte todos los sábados de junio y todos los días durante julio, agosto y 15 de septiembre.
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